«Y es el mismo grito de tantos corazones rotos, con derrotas absolutas…»

Kelia Mussy, abogada y bachiller en teología, es mi invitada de hoy en el Especial de #SemanaSanta2021. Una cartagenera que construye comunidad en casa con @oikoscomunidad.


«‘¡¡¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?!!!’ (Mateo 27, 47).

Jesús grita lleno de dolor estas palabras, no se ha quejado de su sufrimiento físico pero reclama la presencia de su padre. Es que a veces lo peor del dolor y el quebranto es vivirlo en soledad. Y sentir que en medio de las oscuridades de la vida Dios nos ha olvidado.

Sabemos que no es así, Dios siempre está.

Pero yo sí, igual que mi maestro, muchas veces he dicho: Dios, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué?

Y este es un grito que sale de los labios quebrados, del cuerpo molido de Jesús. Y es el mismo grito de tantos corazones rotos, con derrotas absolutas, ante la muerte, en la injusticia, en la frustración, en la traición, en los sinsentidos. Es el grito de la soledad, de la desesperación, de la angustia. ¿Alguna vez se ha sentido sin Dios? ¿Sin su voz? ¿Sin su cercanía? Es algo horrible. Es una ausencia enloquecedora.

Y en esos momentos tan oscuros, donde no hay nadie más, donde parece estar todo perdido, el maestro, experimentado en toda soledad y dolor, permanece en silencio consolando y sosteniéndonos porque él también conoció la soledad.

Aunque nada cambie, aunque todo siga igual:

Él, que dividió la historia con tinta carmesí.

Él, que inició un camino hacia Dios para todos, rasgando el velo.

Él, que dotó al silencio de contundencia en una tumba vacía.

Él, está.

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