«La muerte en la cruz no es una simple fórmula para perdón de pecados…»
Mi invitado de hoy para el especial de #SemanaSanta2021 es Esteban Díaz, blogger y divulgador teológico en su cuenta @reflexiones.marginales. ¡Les invito a seguirlo y conocer su contenido!
Solemos hablar del perdón de pecados por medio de la sangre del Cordero con demasiada ligereza. No nos detenemos a pensar, por ejemplo, en la semejanza de esta idea respecto a otras religiones, donde también se derrama sangre para calmar la ira de los dioses. Por si esto fuera poco, la doctrina de la ‘expiación sustitutiva’ pone tanto énfasis en cómo y de qué somos salvados, que terminamos alejándonos de quien fue sacrificado.
La verdad, Dios no necesita sangre para salvar, al estilo de otros dioses. La muerte en la cruz no es un fetiche ni una simple fórmula para perdón de pecados, sino que es el camino que Dios toma para hermanarse con nuestros sufrimientos y miserias, y así salvarnos de ellos. Dios salva con el ser humano, jamás sin él.
Jesús nos entiende y nos acompaña, fraternizando con nosotros aún hasta la muerte, y muerte de cruz.