«Sígueme». Uno a uno, los discípulos de Jesús fueron recibiendo esa invitación del Maestro. Y lo dejaron todo: redes, barcas, mesas de los impuestos, hasta sus propias familias… De eso se trata la vida cristiana, de renunciar a lo que sea para seguir a Jesucristo. Hoy en día Su invitación sigue siendo la misma: «¡Sígueme!» ¿Vendrás con Él?

 


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